¿Estamos listos para volver a la presencialidad en las escuelas?

Pronto nuestros niños, niñas y jóvenes regresarán a la escuela luego de un año y medio en sus casas. Un año y medio con una rutina distinta, cada uno en un espacio y contexto diferente en el que se presentaron situaciones, surgieron necesidades y dificultades muy particulares. Un año y medio de más flexibilidad y resiliencia, pero también de miedo, estrés, ansiedad y falta de motivación. Un periodo de mayor exposición a la tecnología y de disminución de la socialización presencial, debido a que se han instaurado nuevas dinámicas y nuevos hábitos en nuestros hogares.

Así como todos tuvimos que adaptarnos de forma abrupta y rápida a las clases virtuales y a distancia cuando comenzó la pandemia, ahora toca pasar por un nuevo proceso de ajuste para retornar a una realidad muy distinta a la que teníamos antes de que llegara el COVID-19. Estar listos implica asegurar una serie de elementos. Algunos de estos, son:

Promover el diálogo y dar oportunidades para que los estudiantes se expresen. Escucharlos y establecer acuerdos necesarios para el regreso al aula, transmitiendo un mensaje positivo y con entusiasmo. Conocer lo que sienten y dejar que compartan sus inquietudes, así como identificar las posibles condiciones que puedan enfrentar, nos permitirá tomar decisiones apropiadas y preparar el camino juntos. Es importante también que sepan lo que se espera de ellos ante los posibles escenarios. A algunos les costará un poco más separarse de sus padres.

Asegurar y priorizar la salud y el bienestar de cada miembro de la comunidad educativa a través del cumplimiento riguroso de los protocolos establecidos. La prevención requiere del apoyo de todos a través de medidas que disminuyan los riesgos de contagio. Si bajamos la guardia, podríamos exponernos y exponer a otros, lo cual implicaría aislarlos y continuar de manera virtual hasta que puedan regresar. Se tendrán que impartir las clases de forma presencial y virtual de manera paralela a través de un modelo híbrido. Los escenarios serán muy variados y demandarán de mucha preparación y capacidad de respuesta rápida a los cambios con los recursos necesarios. Asegurar la continuidad del aprendizaje de los alumnos en la escuela y a aquellos que se quedan en la casa será uno de los grandes desafíos. La tecnología seguirá siendo una gran aliada.

Revisar y modificar la rutina en caso de ser necesario. Nos hemos acostumbrado a un horario y a una rutina distinta y es necesario revisar y adaptarla para poder lograr el desempeño esperado en la escuela. Esto implica cambiar algunos hábitos adquiridos durante la pandemia. No esperemos al último momento para retomar y practicar hábitos saludables relacionados con el sueño y el descanso, con la alimentación e higiene, con el estudio, el ejercicio, entre otros.

Dar seguimiento al desarrollo y aprendizaje de nuestros niños y jóvenes. El hecho de que regresen a la escuela no significa que las familias deban abandonar su importante rol. La pandemia ha requerido de mayor participación e integración de los padres en el proceso educativo. Ahora será necesario aliarse con la escuela y colaborar con los docentes para continuar avanzando y no perder lo logrado hasta el momento.

Usar diversas plataformas y programas que refuercen el aprendizaje en las distintas áreas curriculares en la escuela y en la casa nos facilita el acompañamiento. PruebaT es una de estas herramientas que tenemos disponible y que nos ofrece una variedad de actividades y recursos para los distintos grados. Los adultos pueden acceder para verificar, dar seguimiento y así identificar las áreas en las que el estudiante necesita ayuda. Es una plataforma creada por la Fundación Carlos Slim y utilizada en 173 países por más de 5.5 millones de usuarios. La misma promueve el conocimiento y desarrollo de habilidades de forma lúdica.

Estar listos para volver a la escuela implica asumir las herramientas adecuadas como la tecnología, pero sobre todo una actitud proactiva, de esperanza, con disposición y capacidad de conectar con cada uno de nuestros niños, niñas y jóvenes, dándoles seguridad y confianza. Esto será lo que hará la gran diferencia. Cuentan con nosotros para acompañarlos y guiarlos en este proceso tan esperado y necesario.

Sobre la autora

Dra. Margarita Heinsen es doctora en educación, emprendedora y presidenta de Didáctica SRL. Certificada en coaching educativo y en dinámica de grupos. Tiene más de 25 años de experiencia en instituciones y proyectos educativos en todos los niveles, tanto en sector público como privado.